La hospitalización, tanto para el paciente como para sus familiares, puede ser una experiencia intensa y, a menudo, estresante. Desde el impacto emocional de recibir un diagnóstico hasta la incertidumbre y las largas horas de espera, son muchas las circunstancias que pueden generar ansiedad y preocupación. En la Clínica Sant Antoni, comprendemos la importancia de cuidar no solo la salud física, sino también la emocional. Por ello, hemos preparado esta guía con algunos consejos que pueden ayudar a sobrellevar mejor este proceso, reduciendo el estrés y mejorando la experiencia en el hospital.
¿Qué medidas puedes tomar?
Aceptar y expresar emociones
La hospitalización es una situación inesperada que puede desencadenar una amplia gama de emociones, como el miedo, la tristeza, la ira o incluso la culpa. Es importante reconocer estos sentimientos como una respuesta normal y permitirse expresarlos. Hablar sobre lo que se siente con familiares, amigos o incluso con el equipo médico o social del hospital puede ayudar a liberar tensiones y a sentirse más acompañado.
Confiar en el equipo de profesionales
El entorno hospitalario está compuesto por un equipo de profesionales altamente capacitados para brindar el mejor cuidado posible. Confiar en ellos y hacer preguntas cuando surjan dudas ayuda a reducir la incertidumbre. Recuerde que el personal de la clínica está aquí para apoyar en cada paso del proceso y responder a cualquier inquietud que pueda surgir.
Mantener una rutina, en la medida de lo posible
Una de las formas más efectivas de reducir el estrés es mantener cierta rutina, incluso en el hospital. Para los pacientes, esto puede significar horarios regulares para las comidas, el descanso y momentos de lectura o entretenimiento. Para los familiares, es útil establecer un horario de visitas y tomar descansos para desconectar y recargar energías.
Aprovechar los recursos disponibles para el bienestar
En la Clínica Sant Antoni, ofrecemos diferentes actividades para ayudar tanto a pacientes como a familiares a gestionar el estrés. Las sesiones de yoga, la meditación guiada o los servicios de apoyo emocional pueden ser grandes aliados en este proceso. No dude en preguntar al equipo de trabajo social o de enfermería sobre estos recursos y cómo acceder a ellos.
Establecer una red de apoyo
El acompañamiento emocional es fundamental durante la hospitalización. Mantenerse en contacto con familiares y amigos, ya sea mediante visitas o videollamadas, puede ofrecer una gran sensación de apoyo y compañía. Compartir los pensamientos y sentimientos con seres queridos permite ver la situación desde otra perspectiva y ayuda a que nadie se sienta solo.
Cuidar la salud física
Tanto pacientes como familiares suelen pasar muchas horas en el hospital, lo que puede afectar el bienestar físico. Mantener una hidratación adecuada, comer de forma saludable y realizar ejercicio ligero, como caminar por las zonas comunes, son aspectos que contribuyen a reducir el estrés. Si eres familiar, es importante que cuides también de tu propio descanso y que tomes pequeños respiros, ya que tu bienestar es esencial para acompañar al paciente de la mejor manera.
Practicar técnicas de relajación
Las técnicas de respiración profunda, la visualización positiva o la relajación muscular progresiva son herramientas útiles para gestionar el estrés. Dedicar unos minutos al día para respirar profundamente y relajar el cuerpo puede ayudar a calmar la mente y reducir la tensión. Existen muchas aplicaciones gratuitas que guían estas prácticas y pueden ser una excelente ayuda para desconectar momentáneamente de la situación hospitalaria.
Pensar en el presente y evitar la anticipación excesiva
La mente suele anticiparse a futuros escenarios y preocuparse por situaciones que aún no han sucedido. Practicar la atención plena o mindfulness es una técnica que puede ser útil para enfocarse en el presente, evitando caer en la trampa de la anticipación excesiva. Esto ayuda a reducir la ansiedad y a concentrarse en los aspectos positivos de cada día, recordando que el proceso de recuperación lleva su tiempo.
Pedir ayuda cuando sea necesario
Por último, pero no menos importante, es fundamental saber que pedir ayuda es un acto de fortaleza. Si en algún momento la carga emocional se vuelve abrumadora, tanto para el paciente como para los familiares, se recomienda buscar el apoyo de un profesional de salud mental o de un trabajador social del hospital. Contar con un soporte emocional adecuado puede marcar una gran diferencia en el proceso.
La hospitalización no es un proceso fácil, pero existen muchas maneras de gestionarlo y aliviar el estrés que conlleva. En la Clínica Sant Antoni, estamos comprometidos con el bienestar de nuestros pacientes y sus familias, y ponemos a su disposición herramientas y apoyo para ayudarles a afrontar esta experiencia de la mejor manera posible. Recuerde que no está solo en este camino, y que nuestro equipo está aquí para brindar todo el acompañamiento necesario.
Fuente: Elaboración propia